Recientemente se ha estrenado la película X-men: Días del futuro pasado. Vaya título, lo lees y dices “¿Qué especie de bodrio con Hugh Jackman como protagonista podremos ver?” Y bueno, no es un bodrio pero si tiene a mr. “toda la vida me reconocerán como Wolverine”. Muchos fans creían que iba a ser una película en donde no podían evitar hacer que el tío de las garras de hueso o de metal ficticio (léase: Adamantyum) existiera y fuera el héroe, pero me complace anunciar que solo es el tipo que hace que haya taquilla. Centralicémonos en que empieza con esa voz narradora tan llamativa como las curvas de Jennifer Lawrence, que te dice que todo está jodido y que no hay posible escapatoria, claro, amenos de haya hombres que se les diga mutantes con poderes increíblemente alucinados por la mente de un personaje con mucha imaginación y demasiado tiempo libre, pues es ahí donde todo comienza y la acción no se hace esperar y bueno muy a su manera se vuelve interesante…
Está película fue la encargada de levantar la basura tirada por sus antecesoras y el director dijo “Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas” y es así que entra en problemas con la policía y peligra su presencia en la secuela, pero creo que me he adelantado. El director Brian Cantante (Singer para los estudiados) hace una excelente demostración de cómo dirigir a personas con capacidades diferentes, entiéndase: mutantes y nos hace volvernos Locos. Creo que es normal, después de 6 horripilantes películas cualquier cosa mejor que esas nos provocaría un infarto. Sus efectos especiales son tan increíbles que nunca había deseado ver a Magneto en acción y en esta película lo desee en todo momento. En fin. No se la pierdan por nada y si eres fan del universo de los X-Men, no te pierdas la escena post-créditos.